Vuelta a casa

Despues de 57 dias en el rig y unos cuantos dias de viajes volvi a mi tierra. Alli disfrute de tres meses de paz, calma, relajacion, buen cuidado de la salud y de reuniones cuasi espirituales.
El cambio no fue tan rotundo como imaginaba, no salí a correr todos los días como habia planeado ni recorrí toda la costa atlántica como habia soñado. Pero como dormí, por Dios, como dormí
.
Mas alla de lo anterior, y como nota saliente, debo mencionar que me mude con Luciano Aldo a su casa de calle Panama 1729. Alli desarrollamos una relacion rayante con el pecado.
Al mudarme a la mencionada locación me encontré con que había que alimentar una gatita, lo que no me pareció nada mal, el tema es que la piba esta, al sentirse tan comodamente atendida, se trajo toda la familia pàl barrio, por lo que ahora en vez de ser una dulce gatita son cuatro revoltosos gatos. Pero esta bien.
El que gusta siempre encontrara en nuestro rincón el mate, el ping pong y la birra lista.
El que no, no.
Despues de 57 dias en el rig y unos cuantos dias de viajes volvi a mi tierra. Alli disfrute de tres meses de paz, calma, relajacion, buen cuidado de la salud y de reuniones cuasi espirituales.
El cambio no fue tan rotundo como imaginaba, no salí a correr todos los días como habia planeado ni recorrí toda la costa atlántica como habia soñado. Pero como dormí, por Dios, como dormí
Mas alla de lo anterior, y como nota saliente, debo mencionar que me mude con Luciano Aldo a su casa de calle Panama 1729. Alli desarrollamos una relacion rayante con el pecado.
Al mudarme a la mencionada locación me encontré con que había que alimentar una gatita, lo que no me pareció nada mal, el tema es que la piba esta, al sentirse tan comodamente atendida, se trajo toda la familia pàl barrio, por lo que ahora en vez de ser una dulce gatita son cuatro revoltosos gatos. Pero esta bien.
El que gusta siempre encontrara en nuestro rincón el mate, el ping pong y la birra lista.
El que no, no.
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